Fue el primer edificio de 5 plantas de madera en España, según un proyecto del arquitecto Ramón Llobera.
El efecto visual envolvente y la inmediata sensación de calidez se conjugan con la impresión de firmeza que transmiten las soluciones elegidas para conectar los distintos elementos. La estructura utiliza paneles macizos de madera contralaminada, cortados a la medida exacta, tanto para muros y losas como para las escaleras y el núcleo del ascensor.
Este sistema de montaje supone un significativo ahorro en tiempo y recursos, como queda reflejado no sólo en el plazo de ejecución -poco más de treinta jornadas a cargo de cuatro operarios cualificados-, sino en el reducido impacto: apenas se generan residuos y la incidencia negativa de la obra en el vecindario es mínima. Considerada además la eficiencia energética del resultado, no es extraño que este enfoque constructivo esté generando gran expectación en los ambientes profesionales más innovadores.