Desde que Óscar López Alba dibujó por primera vez una casa de Richard Meier que encontró en uno de sus libros de Bachillerato no sabía lo que le depararía el destino, pero sí podía intuir que la arquitectura iba a formar parte de él.
Puede que esta introducción te suene de algo. Y es que no es la primera vez que te hablamos de OLA Estudio, el equipo afincado en A Coruña y que, como ellos mismos afirman, lleva el eclecticismo por bandera. Un estudio que trata de “explotar las oportunidades del diseño y la arquitectura para optimizar los recursos que se nos brindan”. Ya te lo contamos hace tiempo en este artículo y en este documental. Eso sí, hoy vamos a dejar un poco de lado a las personas que lo integran para centrarnos en uno de sus proyectos estrella (si es que eso realmente es posible): Casa Suko.
Trabajes o no la madera a nivel profesional, si es un material que te gusta seguro que te los ojos te hacen chiribitas cuando te encuentras con un proyecto donde no es un simple complemento, sino que se convierte en la protagonista absoluta. Y eso es exactamente lo que pasa con la Casa Suko, una obra maestra firmada por OLA Estudio. Una edificación que, además de respirar diseño contemporáneo por los cuatro costados (o más, todos los que tenga), también es un ejemplo de cómo la madera puede jugar un papel clave en la arquitectura moderna sin perder un ápice de calidez y funcionalidad.
Pero antes de entrar en detalle, mejor que sean los propios artífices quienes describan el proyecto. “La Casa Suko, en Oleiros A Coruña, surge de la necesidad de ser oficina y vivienda. En una parcela estricta y estrecha debe desarrollarse esta vivienda con voluntad de extenderse. El volumen construido viene dado por los retranqueos y fondo. Hormigón abujardado negro, madera y vidrio. La parcela se aprovecha al máximo. El reto: no colmatarla, no ejecutar una casa que se apodere de la parcela y se haga protagonista de esta. La forma, aparentemente caprichosa, es un resultado, es la suma de parcela, normativas y programa. Sus materiales y texturas responden a la sensibilidad de los clientes, a su esfuerzo por saber cómo desean que sea su hogar. Como arquitecto mi obligación es dar respuesta a este esfuerzo, a esta búsqueda personal y sincera”.
Y podríamos detenernos exactamente en este punto, porque es una tarea muy complicada definir mejor el proyecto y de una forma más concisa. Pero en woodiswood somos de liarnos y nos gusta ir un poco más allá, así que allá vamos (menudo juego de palabras…)
Casa Suko, como cada uno de los proyectos que salen de las manos y las cabezas de este estudio coruñés, parte de un enfoque fresco, pragmático y profundamente respetuoso con los materiales.
Se trata, a todas luces, de un proyecto que es la demostración palpable de que es posible construir de manera sostenible sin renunciar a la modernidad ni a la funcionalidad. De que se puede (y se debe) apostar por un futuro donde la arquitectura y el medio ambiente vayan de la mano y puedan convivir en armonía.
No queríamos entrar en más detalles, pero no podemos pasar por alto uno en concreto: el diálogo entre la madera y la luz natural. Cómo esos grandes ventanales y lucernarios permiten que los tonos cálidos de la madera brillen con distintas intensidades a lo largo del día generando un espacio que cambia con la luz, donde cada textura y veta cuenta una historia diferente según el paso del tiempo.
Y ya lo dejamos aquí, porque mejor que nuestras explicaciones es que vuelvas a echarle un ojo a las espectaculares fotos de este proyecto. Y ya de paso, puedes aprovechar para suscribirte a nuestra newsletter y seguirnos en las redes sociales (Instagram, Facebook y Linkedin)
Por cierto, si tienes entre manos un proyecto en el que la pasión y la vocación por la madera son una parte fundamental, y crees que puede formar parte de nuestra serie de documentales, ¡escríbenos!
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