El proyecto consistió en materializar lo que, una pareja de enamorados de la vida, habían imaginado con ilusión durante tiempo, llevando a cabo la rehabilitación de su nueva adquisición, una casa antigua y envejecida casi tanto como aquella pequeña aldea castellana en la que se ubica, cuya cubierta original había rendido sus armas a la lluvia demasiado tiempo atrás.
Manuel, arquitecto de Novadomus Hábitat, propuso una solución en forma de estructura triangular con vigas de madera, cuyas partes más altas descansaban sobre un impresionante elemento central en forma de cercha.
Una estructura única y singular formada por rollizos de pino de Soria de gran diámetro. Sencillamente perfecto para aquella casa que trataba de revivir sus mejores momentos.