Visitar el Parque de la Fundación Serralves en Porto supone siempre una experiencia única de conexión con la naturaleza en la que se detiene el tiempo. Treetop Walk complementa los paseos existentes y busca sensibilizar a los visitantes sobre la importancia de dar valor al patrimonio natural, cultural y el cuidado del medio ambiente.

Incluido en el marco del 30 aniversario de la Fundación, el proyecto, inaugurado en septiembre de 2019, consiste en una pasarela de madera de 260 metros de longitud que se eleva suavemente y varía entre 1,5 y 15 metros de altura llevando al visitante a caminar entre las copas de los árboles y permitiendo así una experiencia única de observación más cercana de la fauna y flora del Parque. Mientras se mueve entre árboles de distintas especies, el paseo se acerca a diferentes comederos para pájaros que permiten observar las idas y venidas de aves nativas de la región.

La implementación de este proyecto, diseñado por el estudio de Carlos Castanheira CC&CB arquitectos en colaboración con el arquitecto Álvaro Siza Vieira, tiene un fuerte impacto en términos de conciencia ambiental y respeto por la conservación de la naturaleza y el patrimonio natural. “Entendemos que un árbol es un mundo en sí mismo, lleno de vida. Una vida diversa y compleja. Nos detenemos en los puntos donde podemos descansar y espiar la vida que se desarrolla en la copa de los árboles”, comenta el equipo de CC&CB.

El paseo de madera, diseñado con gran cuidado para no interferir ni estructural ni visualmente con los árboles existentes; se expande para ofrecer un lugar de pausa y descanso, revelando las diferentes vistas, colores y matices de la naturaleza y ofreciendo unas vistas impresionantes de la biodiversidad del Parque.

Una de las grandes preocupaciones para el arquitecto Carlos Castanheira era no dañar el ecosistema y contribuir a hacerlo sostenible utilizando como material principal la madera tanto en la estructura como en el acabado.

Con una dilatada experiencia construyendo con madera en la que destaca entre otros su proyecto del Centro Ecuestre de Cabo do Mundo en Leça da Palmeira construído íntegramente en madera, Castanheira se declara apasionado de la madera. “No uso la madera por cuestiones de tradición, sino porque me gusta. Me gusta su olor, el toque que da, su color natural y su textura. Me gusta trabajar con ella, exige rigor, ya que hay que pensar antes de cortar, pues luego no se puede enmendar” comenta.

“Siendo aún estudiante, me di cuenta de que la madera se había dejado de lado como material de construcción cuando de hecho, a mi alrededor siempre he vivido con estructuras de madera que siempre me han emocionado e impresionado. No sabía el motivo por el cual en un momento determinado se había despreciado la madera en detrimento de otros materiales. En mi estancia en Holanda me di cuenta de que el uso de la madera era muy común allí y empecé a interesarme. Al regresar, tuve la oportunidad de hacer un trabajo en el que propuse el uso de la madera como elemento estructural. Es un material fantástico y además de ser muy hermoso cuando se usa bien, es un material de construcción muy rápido” afirma Castanheira.

Para la construcción de Treetop se realizaron unas cimentaciones quirúrgicas con agujeros muy pequeños en donde se inyectó un hormigón especial con refuerzo de hierro. Para los acabados, se utilizó madera, en su mayoría reciclada buscando así lograr un proyecto lo más sostenible posible. “Las partes estructurales fueron todas prefabricadas y todas hechas con madera nueva certificada proveniente de plantaciones forestales controladas. Logramos que todas las partes no estructurales, como los protectores de la pasarela fueran de madera reciclada” comenta el arquitecto.

Treetop es muy similar a los árboles que la rodean. Su estructura es similar a los troncos de los árboles y la pasarela a las ramas y copa, pero aquí en lugar de pájaros, hay gente caminando entre los puentes. Al igual que ocurre al visitar los bosques, el propio proyecto crea un segundo espacio en la parte inferior de la pasarela, “son rutas en las que es igual de interesante pasar por encima del puente que por debajo. Casi diría que no es posible tomar el curso superior y luego no bajar y entender cómo funciona. Los pilares no son más que árboles que sostienen la plataforma y ese era mi objetivo” concluye el arquitecto.

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