Los avances tecnológicos siempre han estado ahí. La cuestión es saber aprovecharlos, utilizarlos y darles sentido. Ese el caso de la construcción industrializada, método que se sirve de dichos avances para elaborar en fábrica, y de forma automatizada, todos los componentes estructurales de una construcción. Y ahí es donde Alejandro, CEO de Enpezas, vio una oportunidad de negocio que no dejó escapar.
“Hemos creado esta empresa en 2019 buscando potenciar la estructura de entramado ligero de madera y anticiparnos un poco al mercado”, afirma.
Y es que se trata de un sistema constructivo que, en sus propias palabras, “destaca por ser muy versátil. Nosotros hacemos lo que se llama entramado ligero en paneles 2D”.
Las opciones a la hora de desarrollar cada proyecto son, básicamente, dos: por un lado, existe la posibilidad de montar los paneles en la parcela mediante tornillería, una grúa y tres operarios, método con el que en Enpezas son capaces de montar 80 m2 de edificio en dos días; por otro lado, lo que se conoce como 3D, que es el mismo sistema, pero ensamblado en fábrica, y con el que han logrado montar hasta 180 m2 de edificio en doce horas.
En este proyecto nada es casual, ni siquiera el nombre. Enpezas hace un doble guiño, tanto al origen gallego de la empresa (pezas, piezas en gallego) como a la forma en que se desarrolla la construcción industrializada (por piezas).
El sistema constructivo en sí es completamente abierto, por lo que las opciones de personalización son infinitas.
Y esto es aplicable a cualquiera de sus proyectos, ya que no se focalizan únicamente en viviendas, sino que los fundadores han buscado desde el inicio “tener una empresa lo más potente y lo más fuerte posible, que abarcara varios sectores”.
O lo que es lo mismo, Enpezas ya cuenta con proyectos en el sector público, el sector de oficinas, las soluciones industrializadas para empresas y el sector vacacional, siempre “priorizando unas construcciones altamente eficientes con estructura de entramado ligero de madera”.
En cuanto a sus clientes, Alejandro lo tiene muy claro, “nos dirigimos a un cliente exigente, a un cliente que quiere una construcción en un tiempo reducido y de calidad, y de forma adicional, que quiere madera”.
A través de empresas como la suya pretenden, en palabras de Alejandro, que “se potencie el uso de la madera y de la construcción industrializada con una nueva metodología”.
Muchas, entre ellas que consigue “acortar tiempos, reducir plazos, subir la calidad y también controlar el coste”.
Casi nada.
Su filosofía está clara.
“Nosotros vendemos la construcción ética y la construcción ética industrializada”.
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