No soy carpintero ni ebanista.
Lo que hago no se enseña en ninguna escuela. Se aprende experimentando, con errores y aciertos. Así es como mejoro mi técnica.
Nadie más lo hace en España.
Doy una nueva vida a la madera para crear esculturas de pared sorprendentes en su concepto artístico, emocionantes y de gran belleza decorativa, en donde muestro el interior de un árbol como nunca antes se había visto.
Porque en el atractivo y misterioso dibujo de las vetas de la madera es donde se dan la mano la naturaleza, la persona y el arte.
Muchas personas quieren estas obras para distinguirse y disfrutar en sus casas de la exclusividad que supone poseer algo único y sin necesidad de tener que gastarse una fortuna en ello. Y por supuesto quieren disfrutarlas toda la vida junto a sus seres queridos, haciendo que sus casas sean un refugio más interesante cada día y se conviertan en el destino deseado y admirado por amigos y familiares. Y esto es importante porque ayuda a las personas a mejorar un poquito sus vidas.
Lo digo porque trabajo desde hace años para clientes de Europa y Estados Unidos y me comentan con orgullo el lujo que supone disfrutar de algo único que nadie más tiene.
Creo mis obras de una manera totalmente espontánea e instintiva, en donde el azar es mi gran aliado y la sorpresa un aliciente.
Reutilizar la madera es todo un reto, no sólo supone transformar un recurso desechado en una pieza de arte, sino también una elección responsable y respetuosa con el medio ambiente.
Que tengas un gran día!!!