Los zuecos nacen de la búsqueda de un calzado confortable y caliente para las regiones más frías, lluviosas y húmedas de Europa. Los países nórdicos (Suecia, Noruega, Finlandia), Inglaterra, Holanda y la zona norte de España han sido fabricantes artesanales de este calzado por sus condiciones meteorológicas. Han sido usados desde otoño hasta primavera. Y en verano, en las zonas menos calurosas, se puede mantener el uso del zueco todo el año. Actualmente, con la fabricación de sandalias, se pueden calzar zuecos en todas las estaciones. De los más antiguos a los más modernos, este tipo de zapato ha sobrevivido al paso de los años, y en este 2023 están más de moda que nunca.

Uso del zueco de madera

La idea surge para mantener los pies lejos de charcos de lluvia, barro o nieve, incluso de las irregularidades del terreno. Es un calzado rústico que daba una protección buena para el trabajo agrícola y ganadero, por lo que eran usados y apreciados por su capacidad aislante. Entre sus inconvenientes encontramos que eran pesados para los pies después de largas jornadas de trabajo y tampoco era un calzado flexible. Era habitual que antaño el zuequero fuese alguien que ya tenía experiencia trabajando la madera en un entorno casero. 

Con el paso del tiempo, los zuecos más rústicos, han ido evolucionando con la incorporación de adornos, y pinturas para hacerlos cada vez más personalizados. En la actualidad lo común es que se fabriquen zuecos donde se mezclan madera, cuero y metal (grapas o tachuelas para la sujeción que también sirven de adorno)

La madera proporciona aislamiento térmico y es un material que es saludable al contacto directo con el pie. 

Maderas usadas para la fabricación de zuecos

En la antigüedad, hacían los zuecos de una sola pieza. Para fabricarlos se elegía la madera, que solía ser de haya, nogal, aliso, castaño, chopo o sauce. Una vez elegida la madera, se desbastaba un pedazo de tronco dándole forma al calzado tomando la medida del tamaño del pie o de otro zapato. Es un proceso manual, en el que se usaban cinceles o gubias e incluso pequeños cuchillos. En algunos casos, se usaba el calor directo para poder doblar y dar forma a ciertas partes. 

Hablando de partes, las que componen en zueco, son las siguientes: 

Pico: Parte superior delantera.

Papo: Parte delantera o curva frontal.

Capilla: Parte delantera superior que cubre los dedos.

Boca: Abertura por donde se introduce el pie.

Flequillo: Rebaje que bordea la boca por la parte superior.

Casa: Cavidad interior que ocupa el pie.

Calcañar: Parte trasera.

Pies: Los tres soportes o tacos inferiores, dos delanteros y uno posterior, para colocar los tarugos.

Tarugos: Suplemento de madera que se va reponiendo cuando se desgastan o rompen al caminar.

Los zuecos en la actualidad

Actualmente los zuecos están de tendencia año tras año en el mundo de la moda. Sube el número de usuarios (en su mayoría mujeres) de esta prenda que además de aportar confort y seguridad al pie, son tendencia por sus múltiples combinaciones existentes.

Con el uso de cuero, telas, adornos, pinturas, etc la opción de personalización es muy amplia y variada. Además del típico zueco de invierno también existen las sandalias en verano y la opción intermedia del zueco con abertura trasera.

La madera ha dado paso a opciones mixtas de otros materiales que aportan la flexibilidad que antes no tenían, las suelas ahora incorporan en algunos modelos caucho para evitar los resbalones y tener mayor adherencia al suelo que pisamos.

Los mini zuecos son también un reclamo de turismo en ciertas zonas, de hecho es un artículo muy comprado en Holanda como recuerdo de la visita al país. En Galicia varias empresas como Elena Ferro, presente en la comunidad woodiswood o Zoclos continúan de manera artesanal el trabajo de “zoqueiro”. En otros puntos de España encontramos a Claire Charlotte, y a Tuilus.