Hoy estrenamos Wood2Talk. Dos perfiles. Dos profesionales. Dos puntos de vista. Unos minutos donde Greg Robbins, luthier, y Juan Elvira, arquitecto, conversan sobre madera, un material cotidiano para ellos y muy presente en sus obras.

En esta primera charla nuestros invitados son Greg Robbins, luthier de guitarras eléctricas, y Juan Elvira, arquitecto de Murado Elvira. Dos personas para las que las ventajas de trabajar con madera son bastante obvias. Para Juan la madera “es el material del pasado, pero también del futuro”, ya que “como material constructivo, es enormemente versátil. Es un material muy ligero te permite usarlo de manera industrial, pero también de manera artesanal. Entonces tiene un grado de flexibilidad de uso enorme”, algo que, en cierto modo, coincide con la visión de Greg, a quien lo que más le gusta de la madera “es que es un material orgánico que siempre es diferente, siempre da sorpresas, siempre da muchas posibilidades” y con ello “cada pieza resulta ser una obra única”.

Desde una óptica de formadora, pero también como profesional de la arquitectura, Juan tiene claro (nunca mejor dicho), que en la actualidad la sostenibilidad lo inunda todo y es algo fundamental.  “Yo en todos los cursos que doy ahora en la universidad, la cuestión de la sostenibilidad está como embebida, evidentemente”. Además, “intervenir en arquitecturas existentes con madera, reutilizar madera para otros proyectos... este tipo de situaciones las estamos explorando muchísimo ahora la en la universidad”. La exploración, una cuestión que Greg lleva también al inicio de su proceso creativo, la selección de las maderas, procurando “utilizar maderas de fuentes renovables” ya que “hay maderas que proceden de determinadas zonas del mundo donde las prácticas no son sostenibles, donde se desecha mucho, donde hay una explotación local del recurso y de la gente que trabaja con ese recurso. Entonces procuro enterarme de dónde vienen las maderas, usar siempre fuentes sostenibles”. Algo a lo que también anima a sus alumnos durante sus talleres y clases de construcción de guitarras eléctricas.

Un proceso que no sólo se queda en la observación y la selección, sino que llevan más allá. En el caso de Greg buscando alternativas capaces de sustituir la gran cantidad de componentes electrónicos y de metal que se utilizan en la fabricación de una guitarra (los clavijeros, el puente, etc.) y que a él le “gustaría que hubiera más producción de esos componentes también de maderas o de otros materiales más sostenibles”. En el caso de Juan, abriendo el abanico de posibilidades a la hora de trabajar con diferentes materiales. Como él mismo comenta, “Intentamos explorar siempre distintos caminos desde el punto de vista de la materia” porque “realmente no tenemos una paleta cerrada de materiales en el estudio” con los que se obliguen a trabajar.

Greg Robbins, luthier
Greg Robbins, luthier

Como tampoco lo hacen a la hora de buscar profesionales con los que colaborar, ya que “pasa un poco con la como con los materiales. El material humano también parece que es interesante ir explorándolo para cada proyecto”, pero teniendo claro desde el inicio que “siempre intentamos como primer criterio una relación de cercanía con el lugar de obra”.

Esas colaboraciones para Greg, a diferencia de para Juan, se dan con perfiles similares al suyo. Aunque en su caso concreto el trabajo “es bastante solitario en general”, en su día a día sí entra en contacto con profesionales, sobre todo del mundo de la música. “Toco con ellos, los encuentro en diferentes grupos en jam sessions y cosas así. Esa es la principal fuente de contactos que tengo en el trabajo con otros profesionales”.

Se trata de tejer una red de colaboradores con la que crear sinergias y atraer nuevos proyectos. Unas relaciones de confianza que, en la mayoría de las ocasiones, se van forjando durante años, igual que sucede con la madera. Un vínculo que esperan que siga siendo igual de estable y duradero, pero para la que son conscientes de que hay que cuidarlo, preservarlo y protegerlo, igual que nuestro entorno.

“Hay que trabajar en la dirección en la que se puedan ir luchando contra estos efectos del cambio climático, y desde la arquitectura se puede hacer muchísimo, evidentemente” afirma con rotundidad Juan Elvira, quien nos dejó una última e interesante reflexión sobre un detalle léxico de la madera y su capacidad para generar emociones. “Una vez oí decir a alguien que las palabras madera, materia y madre tienen la misma raíz. Y me gusta mucho pensar que hay como muy primitivo en eso, que alude mucho al humano animal en su relación con la materia y con la madera, y cómo la madera tiene esa capacidad de envolverte y de ser acogedora”. De hecho, como indica Juan, hay estudios científicos que han observado cómo ante la madera existe una reacción cognitiva y “que está ya demostrado que hay una especie de efecto tranquilizador y de identificación con el material”.

En el mismo sentido, Greg nos habló de las particularidades de la madera en cuanto que es un material vivo y cómo lo transmite en su faceta de formador. “Siempre digo a mis alumnos también que la madera es un material que está vivo y que siempre reacciona con el medio ambiente, con la humedad, con la temperatura. Y eso afecta a los instrumentos que hacemos con madera. Les hablo de esto, de como la madera va a se va a mover con los cambios ambientales y cómo ajustar la guitarra para que sea un instrumento agradable de tocar aunque cambia el medio ambiente”.

Murado Elvira arquitectos
Murado Elvira arquitectos

Además de los de Greg y Juan, existen multitud de proyectos que se esfuerzan, cada uno desde su ámbito, por conseguir un mejor uso de la madera a todos los niveles. Es el caso de un proveedor con el que trabaja Greg para seleccionar maderas para sus guitarras y que también suministra madera para otros instrumentos, como violines. Se trata de una empresa que colabora con productores de ébano en África “Una cosa que me gusta mucho es que hacen campañas de concienciación para usar ébano exótico, ébano que no es puramente negro, sino con muchos colores diferentes. Entonces hacen una campaña para hacer ver la gente lo bonito que es el ébano natural para no tirar tanto y no malgastar ese recurso. Agradezco mucho que hagan esa labor de concienciación para buscar nuevas vías y hacer que la profesión sea más sostenible”.

Y nosotros no podemos hacer más que sumarnos al agradecimiento de Greg y a animar desde estas líneas a que todos sumemos para seguir cuidando esta gran casa común que es nuestro planeta.

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