No es solo un taller, ni solo un coworking, ni solo un espacio de producción profesional abierto a todo y a todos. TMDC es algo mucho más grande que aúna artesanía, tecnología, modelado, prototipado, formación…

Nuestra idea es que aquí puedas desarrollar lo que quieras de cero a cien”. Estas palabras son de Pedro Pineda, cofundador de TMDC, y dejan muy clara la visión y los valores de este proyecto ubicado en Barcelona y que con el paso de los años no ha parado de crecer, creando una comunidad en torno a la producción.

Con la madera empezó todo y, poco a poco, han ido añadiendo diferentes materiales y disciplinas. “Abarcamos desde la artesanía, el trabajo a mano, gente que necesita hacer modelos y prototipos, como diseñadores y arquitectos, y después la parte más tecnológica”, comenta Pedro.

El foco está puesto en la producción, pero para llegar a ese punto hay un camino que recorrer, a veces más corto y otras más largo, en el que la formación juega un papel fundamental. 

De ahí la idea de impartir cursos de cada una de las herramientas de las que disponen en el taller. Se trata de pequeños módulos de familias profesionales que cada persona puede ir combinando en función de lo que necesite para su proyecto. 

Y es que en TMDC lo tienen claro, lo que buscan es “ayudar a que cualquiera pueda ser autónomo”.

Igual de comunitario que es el uso de las máquinas, puede serlo la realización de diferentes proyectos. Para eso, desde TMDC ayudan a sus socios y socias a conseguir servicios. 

Como comenta Pedro, reciben muchos emails con diferentes peticiones y se encargan de gestionarlos en función de la envergadura y necesidades de cada uno: “si es un proyecto muy grande podemos entrar como coordinadores del proyecto; si son proyectos pequeños, buscamos a la persona que cumpla con esos requisitos y se lo pasamos”.

Para dar visibilidad a la comunidad han desarrollado el proyecto Hecho en TMDC. Se trata de una acción para compartir contenido en sus propias redes sociales que, a través de un retrato de la persona y una foto de uno de sus productos, muestran al mundo a qué nivel se está produciendo en el taller. 

Con esto pretenden que la gente que aspire a dedicarse a la fabricación sepa que en TMDC tiene todas las facilidades para poder lograrlo.

Pero cuando se trata de crear comunidad en TMDC van mucho más allá, porque para ellos no es solamente el trabajo lo que importa. En uno de sus patios hacen barbacoas y pizzas cada jueves, y también cuentan con una cantina donde cocinar, comer y compartir. Pedro lo tiene claro, “queremos hacer cosas para que la comunidad esté bien, se relacione, comparta. Y creo que los espacios, si los pensamos bien, pues incitan a ello”.

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