Si has llegado hasta aquí es porque tienes un no sé qué que qué se yo con la madera. Pues bien, esto es sólo el principio. Y por ahí vamos a empezar.
Nacio Quirós es un maestro carpintero. No es que lo digamos nosotros, que también; es que este título se lo ha otorgado la Red Española de Maestros de la Construcción Tradicional, un directorio nacional de buenas prácticas en los ámbitos de la construcción tradicional y su restauración.
Volviendo a Nacio, desde hace más de dos décadas se dedica al diseño y fabricación de mobiliario y carpintería decorativa, así como a la formación en el sector de la madera, realizando diversas piezas de ebanistería y carpintería, todas ellas diseños propios, adaptados a las necesidades de cada cliente. En este aspecto se ha de añadir una nota: también realiza diseños de estilo contemporáneo, más acordes con las sensibilidades estéticas actuales.
Hoy nos encontramos con Nacio en el entorno de la Sierra del Sueve en el centro-oriente de Asturias. Más concretamente en el Alto de la Llama. Y más concretamente en un bosque privado (un bosque mixto natural asturiano).
Como comenta el propio Nacio, “estos son montes particulares que simplemente son lotes que tienen un propietario y ese propietario más o menos sabe lo que tienen el monte y lo tienen más o menos controlado”. Son montes gestionados a través de permisos que concede la Administración Pública y en los que se realiza tala controlada.
“Nosotros lo que hacemos es seleccionar piezas, las cortamos y las entresacamos”. De esta forma, a través de la entresaca, únicamente se extrae la parte maderable, la parte foresta, dejando el residuo, la parte menuda que es biomasa y que ayuda a regenerar el suelo, en el monte. Así, gracias a estos clareos concretos en el monte, las piezas que se mantienen en el bosque logran un crecimiento más rápido, un mejor desarrollo y buscan la luz, lo que favorece un crecimiento más vertical del bosque.
En palabras de Nacio, “se clarea el bosque, el bosque oxigena mucho, a los árboles que se quedan, les dejas unas condiciones de habitabilidad mucho mejores. Y luego los propios tocones de los árboles cuando pasa un año, en la primera primavera siguiente, ya empiezan a rebotar, pero van a tener un ciclo de vida escalonado. Porque cuando este árbol empiece a coger altitud, los que se quedaron ahora más jóvenes ya van a tener una madurez. Y entonces vamos a seguir con la entresaca y el bosque sigue regenerándose constantemente. Es sostenible y mantiene la biodiversidad”. Todo ventajas, la entresaca.
Y esto entronca (nunca mejor dicho) con la calidad de la madera. Y es que, según Nacio, “mucha gente piensa que lo difícil o lo que tiene mucho valor en la madera es la anchura, que es cierto que lo tiene. Pero en el caso del castaño, lo que realmente valoramos muchísimo es la longitud. Conseguir piezas limpias de tres a cuatro metros de longitud es muy difícil”.
Nacio, como buen carpintero, siempre busca la madera de mayor calidad, ya que cuanta más calidad más valor añadido aporta y mejor madera dispone para realizar sus trabajos.
De ahí que la entresaca sea la mejor técnica para él, se mire por donde se mire: “por un lado, es sano para el monte porque el monte regenera, y, por otro lado, nos aporta material de mucha calidad”.
En su caso sólo utilizan piezas de castaño. Y tiene un porqué. “Es una especie maderable de mucha calidad porque es madera durable para exteriores, vale para construcción, para muebles… Es, digamos, la madera autóctona por excelencia de nuestro país”.
Es en invierno, cuando la madera tiene la savia abajo, cuando realizan la tala. A partir de aquí empieza el trabajo duro: sacar la madera con cable, tractor y arrastre.
Antes de cargar la madera, bajarla y llevarla al aserradero, realizan una limpia de las trozas, van quitando cañas y quitando la madera más menuda…
Trabajar el monte supone un gran esfuerzo, pero también es una forma de cerrar el círculo. “La madera que tú tiras en el monte y que tú sierras y que tú trabajas, tienes otro vínculo con ella. No es lo mismo que comprar una madera en un almacén. En el momento en que estás en contacto con el árbol, desde que lo talas hasta que lo trabajas, todo eso te va creando un vínculo, inevitablemente, porque al final la madera es un ser vivo. Tiene una parte esencial que es que es un material biológico. No es una piedra ni un trozo de acero”.
Ahora ha llegado el momento de ver cómo se transforma la madera en el aserradero, pero para eso aún faltan algunas semanas.
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