El proyecto de Emiliano Malet aúna arte, decoración y un estilo muy personal con el que logra piezas exclusivas que no dejan a nadie indiferente. Pasen y lean.

Cuando Emiliano Malet jugaba a forrar cajitas de madera para regalar a sus familiares y amigos no tenía en mente más que pura diversión. En ese momento su profesión era la de Broker Comercial, nada más lejos del trabajo manual y artesano con el que ahora disfruta de la vida.

Me empezó a apasionar y allí le dimos una vuelta para llevarlo a nivel profesional”, comenta Emiliano. Él fue uno de los primeros residentes de TMDC, un taller-coworking abierto donde diseñadores, ingenieros, fabricantes y arquitectos confluyen para lanzar sus proyectos al mundo. Allí Skullart dio sus primeros pasos.

 “Nos lanzamos en un proyecto de madera maciza” para la fabricación de mesas. Un trabajo totalmente artesanal y con una filosofía muy clara: calidad por encima de cantidad, cariño por encima de velocidad, personalidad por encima de industrialización.

Como el mismo Emiliano afirma, “podría hacerlo más rápido, pero no es mi filosofía.

Quiero estar 20 o 25 días para hacer una mesa, pero que salga la mesa que he hecho con mis manos”. Trabaja con todo tipo de maderas. 

Eso sí, lo importante es que sean macizas. Sus opciones van desde el pino hasta maderas tropicales como el palisandro, pasando por el castaño, el fresno o el nogal, “que me gusta muchísimo”.

Emiliano, como los grandes chefs con Estrella Michelín, tiene máximo respeto por el producto, en este caso la madera. “Los tablones son tablones, tienen canto vivo, imperfecciones… y yo me encargo de darle una vida, darle el brillo, lo que falta”. Y de ahí salen multitud de piezas entre las que no hay dos iguales.

La receta del éxito está clara para Malet o, como le llaman sus compañeros de TMDC, el pirata, por su inconfundible pañuelo en la cabeza. “Mucha pasión y mucho amor, la receta perfecta es esta, nada más. Y ponerle empeño”.

Y mientras el mundo sigue girando a toda velocidad a su alrededor, Emiliano sigue centrado en lo suyo, piano piano. “Mi proyecto lo estoy criando como si fuera un hijo porque así lo veo. Lo llevo tatuado también. Es mi proyecto, para mí es súper importante.”

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