Todos hemos escuchado que los jóvenes no quieren trabajar en oficios y que no encuentran atractivo en profesiones de “antes” ya que consideran que exigen mucho esfuerzo personal. La sociedad ha percibido que a la gente joven no le interesa aproximarse a lo que son los oficios de antes: carpinteros, conductores, electricistas, mecánicos, oficiales de la construcción… Desde el nacimiento, esta generación ha estado ya al lado de un móvil, tablet, máquina de videojuegos u ordenador y quizás no han experimentado suficiente con juegos de construcción, más imaginativos, o que se puedan usar las manos, como dibujar, pintar, modelar... ¿El uso de la tecnología ha penalizado el uso más creativo con las manos? ¿Desde niños ya están predispuestos a no querer o saber usar las manos para experimentar materiales, texturas o usar la imaginación para inventar cosas nuevas para desarrollar la creatividad?

Según datos de 2023 cerca del 30% de los menores de 25 años está en situación de desempleo. A esto se suma el abandono educativo en España que es superior a la media de la Unión Europea. 

Los datos de matriculación en Grado Medio del curso 2021- 2022 muestran una alta concentración en tres familias: sanidad, administración y gestión e informática y comunicaciones. Pero con respecto al curso 2017- 2018 han perdido matriculados las familias profesionales de Artes y Artesanías, Fabricación mecánica, Instalación y mantenimiento y crecen de manera insuficiente, Edificación y obra civil, Electricidad y Electrónica, Hostelería y Turismo, Marítimo-pesquera y Química. (Datos recogidos del informe de Caixabank - Dualiza Observatorio de la Formación Profesional en España Informe 2023)

Más allá de considerar que los jóvenes solo quieren ser youtubers (4º puesto mundial en preferencias de profesiones entre jóvenes) o influencers (7º puesto mundial) ya que lo vinculan con éxito profesional y social rápido, lo ideal es seguir diversificando las profesiones que existen, y llevarlas a un siguiente nivel de modernización. La generación Z ha venido a recordar que el éxito no es sólamente tener un título de enseñanza, y que debe haber cambios sustanciales en el terreno educativo. Son gente nativa digital que se cuestiona aprender igual que sus generaciones anteriores y muchos son autodidactas. Para ayudar a enganchar a los jóvenes a ciertos oficios es indispensable acercarlos a las empresas desde el inicio haciendo prácticas cuando están estudiando, es necesario que conozcan el mundo laboral desde bien temprano. Hay gente que continuará en estos estudios y otros cambiarán porque igual no es la "idea" que tenían. Ponemos en valor la figura del orientador educativo para ayudar a los jóvenes a seleccionar los ámbitos de estudio que les puedan interesar y que puedan reflejar sus aptitudes e inquitudes individuales. Es indispensable que la Formación Dual en España tenga un alcance mayor en el ámbito académico, este tipo de formación lleva ya muchos años aplicada en Europa y se necesita que se amplíe en nuestro país y de manera unificada en todas las comunidades autónomas. Y además, debemos impulsar que las mujeres tengan mayor presencia en ciertas profesiones, se necesita vencer el sesgo de género. En conclusión, modernización en la enseñanza, mayor presencia de alumnado en las empresas y mayor implicación de la mujer en ciertas profesiones que mayoritariamente han sido ocupadas por hombres.

La percepción de los jóvenes

La generación Z (aquellas personas nacidas entre mitad de los 90 y hasta el 2010 aproximadamente) lo tiene claro, no quieren vivir para trabajar. Generaciones anteriores han sido educadas en la cultura de la austeridad, en el esfuerzo, en echar muchas horas en tu trabajo para estar bien valorado dentro de la empresa. Jornadas que eran mucho más de las 40 horas semanales, pero que antes no importaba, lo principal era asegurarse el éxito y ser ambicioso. Era la cultura y la educación que imperaba en otras épocas. Pero los jóvenes ahora se rebelan, no quieren calentar silla. Los jóvenes buscan conciliar, tener horarios flexibles, librar más de lo que puede dictar un convenio, teletrabajar, y tener salarios más atractivos. Los temas que más les preocupan en cuanto al entorno laboral son: los salarios bajos, la precariedad laboral, la dificultad para emanciparse, el paro y la falta de confianza de la sociedad en general en los jóvenes.

A la generación Z no le interesan trabajos como ser conductores de rutas internacionales, y pasar toda la semana, o dos fuera de casa. La pérdida de contacto familiar, estar solo y la sensación de estar “tirado” en las rutas añadido a que no está lo suficientemente bien pagado es suficiente para que no se planteen acercarse a esta profesión. Pero hacen falta según datos del sector de transporte más de 15000 conductores. También hay sangría en sectores como la hostelería, donde se necesitan profesionales para cubrir la demanda que existe actualmente. Pero el número de horas, no librar los fines de semana y los salarios, también resultan poco atractivos para la población más joven.

¿Y qué pasa en el mundo de la construcción? Lo mismo, es un empleo poco atractivo para reclutar jóvenes. Al igual que en otras profesiones, se registra un envejecimiento de los empleados y escasea la mano de obra cualificada. La población menor de 30 años suponía en el 2008 el 25,2% en el ámbito constructivo, y ha pasado a sólo un 9,1% en la actualidad, según datos de la Fundación Laboral de la Construcción.

La imagen externa de que el oficio es duro, a la intemperie, con muchas horas de trabajo no es atractiva para los jóvenes. Ahora con los medios disponibles, maquinaria, herramientas, mejoras en los horarios... la construcción de ahora, no se parece de la de hace unos años. Y aún así se calcula que se necesitan sobre 700.000 profesionales para el sector ¿Pero esto se está trasladando de manera efectiva? ¿Tenemos que hacer hincapié en apostar por la construcción industrializada?

Hacen falta más profesionales de la carpintería

Hemos hablado con varias carpinterías, que son miembros de la comunidad, y todas nos dicen que les preocupa el futuro del sector. No son muchos los jóvenes que quieren aprender un oficio y los que vienen a hacer prácticas no duran mucho. Los mejores se los rifan las carpinterías y el resto dura poco. Vienen a trabajar varios días y después algunos no siguen. O se cambian de sector, o aprovechan para meterse en convenios mejor pagados. El trabajo de la carpintería tradicional hoy en día no tiene nada que ver con el de años anteriores, en los que se hacía casi todo a mano con las herramientas disponibles. Hoy en día con máquinas de control numérico, herramientas de corte y carga de pesos, horarios más flexibles, las condiciones han cambiado sustancialmente pero siguen sin ser percibidas como atractivas para atraer el talento más joven.

Las carpinterías que tienen mucho recorrido lo tienen claro, quizás hace falta pagar más y tener un mejor convenio y por lo tanto repercutir esos precios en el cliente. Otros hablan de acercar el oficio a los institutos para explicar el trabajo en sí, y otros opinan que un buen profesional de la carpintería si se forma y es bueno en lo que hace no le faltará trabajo. 

Unai del Rey comenta que no captamos gente ya que no se conoce el material, así que hace falta más conocimiento de la madera maciza. Joaquín de Fuking Wood tiene claro que es un oficio que no puede desaparecer y que la gente volverá a trabajar en esta profesión, Javier de Maceiras Piñeiro, nos ha contado que hay mucha gente con talento dentro del mundo de la madera y la artesanía y acabamos con la frase de Silvia Torreblanca de Snail Deco: "tiene que haber más gente que trabaje la madera, porque la gente que trabajamos la madera, molamos". Y no podemos estar más de acuerdo.

 Suscríbete a Woodnews! y te llegarán los artículos directamente a tu correo.