Hay quien relaciona la madera con la humedad y probablemente piense que una piscina de madera es inviable o poco duradera. 

Dónde montar una piscina de madera

Puede que te parezca muy obvio o puede que no lo hayas pensado, pero nunca montes una piscina de madera en terrenos desnivelados (si es así, tendrás que trabajar su nivelación antes), o por donde pasen raíces de árboles o cables.

Además si es un terreno muy blando que se llena de barro fácilmente con la lluvia o agua que pueda caer de la piscina, ya sea al llenarla, vaciarla o bañarse en ella; te recomendamos plantearte hormigonar el terreno para darle un extra de calidad y estabilidad. En cualquier caso, siempre es mejor poner una manta protectora bajo la piscina.

Otro factor importante es que el equipo de filtrado o grupo de filtración, incluida la bomba eléctrica, han de estar situados por ley (norma eléctrica NFC-100) obligatoriamente a una distancia mínima de 3,5 metros del vaso. Ten en cuenta esto a la hora de concebir el espacio donde poner la piscina.

Cómo montar una piscina de madera

Existen diferentes opciones: montarla tú con la madera que prefieras, comprarla desmontada pero ya lista para montar sin necesidad de tener que trabajar la madera, y por último, contratar a un profesional de la madera para que deje montada tu piscina de madera.

En cualquiera de los tres casos, la clave es no dejar nunca separaciones entre las maderas. Si bien la piscina de madera llevará un forro impermeable que protegerá la madera, no hay que olvidar nunca que los listones de madera han de ir bien ensamblados y atornillados.

Es recomendable que la madera sea resistente como la de pino o roble, mejor que una madera frágil, ya que la piscina de madera no deja de ser una estructura que aguantará un gran peso; y por eso mismo ha de ser muy estable. La estructura más recomendada es un octógono de madera. 

Cuando tengas la estructura ya montada, forra el vaso con una manta protectora, en primer lugar, y con una lona impermeable en segundo lugar. Esmérate en dejarlo todo bien estirado y grapado para que no haya ninguna arruga incómoda, ni en el suelo ni en las paredes de la piscina de madera. Un truco para el suelo es llenar un poco de agua el fondo y estirarlo bien con los pies, tirando con los brazos de la lona hacia las paredes y dejándola bien pegada a cada esquina.

Coloca el equipo de filtrado. Para ello, tendrás que recortar los orificios precisos en la lona (y previamente haberlo hecho en la madera). Por último, pon las maderas embellecedoras en los bordes de la piscina de madera y la escalera de acceso.

Ventajas de las piscinas de madera

Una ventaja importante es su versatilidad y adaptabilidad al espacio (que puede ser reducido), así como su estética, mucho más natural que una de obra. 

También el presupuesto será muchísimo más económico aunque su durabilidad se estima en 10 años aproximadamente, aunque cada vez es mayor gracias a tratamientos para las inclemencias climáticas, agentes externos y la humedad. 

Habría que hacer una estimación de los intereses que nos llevan a poder querer una piscina de madera, para decidirnos a construirla.

Respecto a su cuidado y mantenimiento de una piscina de madera es el mismo que de una piscina de obra. Las piscinas de madera necesitan, igualmente, depuradora, filtros, etc. Por este lado, no supone un gran avance.

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