La madera, a diferencia de otros materiales, es un producto de origen natural y renovable, cuya característica más peculiar es que nos encontramos ante un material vivo.

La vida de los árboles

Muchas veces, sin darnos cuenta, vivimos rodeados de alimentos o materiales cuya procedencia apenas nos planteamos. Aunque disfrutamos de todo aquello de lo que disponemos,  hay ocasiones en las que está bien que recordemos de dónde vienen los productos que tenemos delante de nosotros. 

 

La vida de los árboles es fascinante, y existen muchísimos artículos y documentales que hablan sobre las dinámicas de los bosques. Incluso simplemente observando un bosque con nuestros propios ojos, ¿no es impresionante que la mesa sobre la que estamos trabajando provenga de un lugar tan único como ese? ¡Es asombroso que existan ejemplares con más de cien metros de altura y mil años de antigüedad! 

 

Y es que como asegura Suzanne Simard, ingeniera forestal de la Universidad de Columbia Británica, en una de sus charlas TED, «Hemos hallado pruebas científicas de que los árboles son seres sociales que cooperan y se comunican. De niña, cuando paseaba con mi abuelo por la naturaleza, tenía la sensación de que el bosque era un ser vivo en sí mismo, que todos sus habitantes formaban una armoniosa unidad». Y así es, nunca nos cansaremos de hablar sobre este material tan único y especial. ¡Tenemos ante nosotros un material vivo!



Existe todo un proceso

El camino que sigue cualquier construcción de madera para convertirse en lo que es: una puerta, un armario, o quizás… ¿un rascacielos?, hace que sea un material singular. 

 

Desde la obtención de la madera hasta el resultado final, ha sucedido todo un proceso. Y es a partir del momento de su obtención donde cada madera empieza a ser única porque su procedencia es distinta, incluso puede tratarse de una madera diferente siendo de una misma especie. 

 

Además, se trata de un material que puede seguir sufriendo cambios mientras contenga humedad. Por eso es tan importante el proceso de secado; no solo de cara a un futuro, sino el proceso per se, ya que durante este se pueden ocasionar grietas o rajas. La variabilidad de la madera es tal, que queríamos aprovechar el día de hoy para contarte acerca de las anomalías o particularidades que esta puede tener.


Las singularidades de la madera

Al tratarse de un producto natural y renovable, se desarrolla por norma general al aire libre, lo cual genera que este se encuentre expuesto a variables meteorológicas que pueden afectar a su desarrollo o crecimiento. Este tipo de efectos sobre su crecimiento, son conocidos como «singularidades»«anomalías», por lo tanto, podemos decir que son características orgánicas y naturales de su proceso. Te contamos a continuación algunas de las singularidades que se presentan en la madera en relación a su evolución natural:

1- Nudos

El nudo representa el lugar donde se hallaba el  nacimiento de una rama y puede que sea la anomalía más común. Podemos identificarlos por su color más oscuro y se pueden clasificar según nudos sanos (o vivos), huecos (o muertos) o arracimados (varios nudos agrupados). Su existencia puede dificultar el trabajo de la madera, e incluso si se trata de nudos muertos pueden soltarse dejando huecos en el momento de aserrar la madera.


2- Fibras torcidas

Este fenómeno sucede cuando las fibras, durante el crecimiento del árbol, no lo hacen de forma paralela al eje sino que se expanden en forma de hélice. Esta madera casi no se puede aprovechar para carpintería o cualquier fabricación de muebles ya que resulta poco resistente. Aunque sí puede ser muy útil si es sometida a torsión y pies derechos. También podemos encontrarnos con fibras curvas, que a diferencia de las torcidas, permanecen paralelas al eje del árbol, pero se ondulan longitudinalmente. 


3- Fendas

Se trata de una separación que se produce en las fibras de la madera de manera longitudinal. Nos encontramos ante distintos tipos dependiendo de su origen o forma: por ejemplo, podrían aparecer cuando el árbol se encuentra de pie o debido a temperaturas muy bajas como podrían ser las heladas o cualquier fenómeno atmosférico que afecte al propio árbol. También podemos encontrarnos con este tipo de agrietamiento durante el proceso de secado cuando la madera ya ha sido cortada. La existencia de estas puede dar lugar a la aparición de xilófagos, para lo cual se recomienda realizar un saneamiento de las zonas agrietadas.


4- Corazón excéntrico

Este tipo de anomalía o singularidad viene dado por una desviación que hace que los anillos crezcan de manera irregular. El porcentaje de árboles que tienen esta característica es bastante elevado. Esta desviación hace que la madera tienda a curvarse  y disminuya su productividad en el momento del aserrado. Sucede en árboles situados en laderas o pendientes muy pronunciadas, y también se debe a fenómenos como el viento.


5- Bolsas de resina

Nos encontramos ante unas cavidades situadas entre los estratos de los anillos de los árboles provocando una discontinuidad en la madera que hará que ese área sea menos resistente. Lo podemos ver principalmente en pinos, donde una elevada cantidad de resina hará que nos resulte difícil barnizar o pintar. Sin olvidar que con el calor la resina puede salir e impregnar la zona exterior. Por supuesto, es posible evitar que esto suceda secando la madera de manera correcta.

Cada madera es única

Como has podido ver, cada madera presenta unas características que la hacen única. ¡Y podríamos hablar de muchos más elementos que pueden hacer de cada pieza algo diferente! Sabemos que te apasiona la madera y la singularidad que esta ofrece a cada uno de los espacios. ¡Suscríbete a nuestra newsletter de Woodiswood para estar al día de todas las novedades sobre la madera!

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