Sabemos que una parte dentro de ti tiene clarísimo el tipo de caseta que estás buscando pero, ¿te has parado a pensar en algunos detalles importantes? El uso que le podemos dar a una caseta de jardín puede ser muy variado, ya que nos puede ofrecer muchísimas posibilidades. Por eso mismo, tenemos que pensar desde el principio lo siguiente: para qué vamos a utilizar este espacio.
Según nuestras necesidades, la caseta podrá tener unas comodidades u otras. O un tamaño u otro. Aunque todavía tengas dudas sobre algunos detalles, hay algo que sí que tienes claro al 100%: la caseta tiene que ser de madera. ¿A qué sí? ¡Lo sabíamos!
Seguro que casi todos coincidiremos en que un buen almacenamiento y un buen orden nos van a facilitar mucho las cosas. No es lo mismo tener las herramientas desperdigadas por distintos lugares de la casa, que tenerlas todas ordenadas en un mismo sitio y de un modo concreto. Igual que no es lo mismo dejar el corta césped al aire libre, sin tapar, que tenerlo recogido dentro de una buena estructura. ¡O mantener la leña protegida de la lluvia!
Sea cual sea la utilidad que le vayas a dar a tu caseta (¿quizás una acogedora estancia para invitados?), la madera te va a proporcionar aislamiento, sostenibilidad y un carácter estético innegable. Lo cierto es que la elección más importante ya la has tomado: elegir el material.
Tanto si vas a encargar el diseño de tu próxima caseta, o si la vas a comprar ya hecha, queremos hablarte de tres aspectos importantes a tener en cuenta.
La elección de la madera dependerá de las condiciones meteorológicas que puedan afectar a la caseta. Existen diferencias entre situar nuestra caseta de madera en un jardín donde suele llover con mucha frecuencia, y un lugar donde el sol no dé nunca tregua. Es decir, la humedad, los insectos o el sol son agentes externos que pueden afectar a nuestra estructura.
De todos modos, si hay algo fundamental es que la madera sea de calidad, elijas el tipo que elijas (por ejemplo pino, abeto o roble). Lo que sí puedes decidir es si prefieres que la madera esté previamente tratada o no.
En el caso de la madera tratada en autoclave, nos encontraremos ante un material protegido frente a organismos xilófagos y por lo tanto nos proporcionará mayor durabilidad. Habitualmente, el tratamiento en autoclave que se da en estructuras de exterior, suele ser de clase III o IV al estar ubicado en entornos húmedos. De todos modos, aunque hayamos tratado la madera en autoclave, es decir, hayamos protegido su interior, no olvides que la madera necesitará un cuidado externo para proteger su estética. ¡Te hablaremos de ello más adelante!
¡Espera! Sabemos que tienes muchísimas ganas de colocar tu nueva caseta de madera en el jardín, pero previamente debes preparar la superficie donde vayas a colocar la estructura. Este paso es muy importante para evitar sorpresas en un futuro.
Existen varias opciones como establecer una base de hormigón, un forjado de madera o colocar unos soportes de PVC (como alternativa a la base de hormigón). Un aspecto relevante es que la base nos quede perfectamente lisa y nivelada para que nuestra estructura pueda repartir el peso por igual en todas sus paredes.
Y en el caso de que decidamos montar nuestra caseta sobre un forjado de madera, nuestra recomendación es enterrar traviesas ecológicas y montar los travesaños de la base sobre las propias traviesas de manera perpendicular.
Lo más importante es evitar posibles filtraciones, por lo que debes tener una buena base, ¡y sobretodo, no olvides pensar en el suelo de tu caseta en caso de que esta vaya a ir directamente instalada sobre la tierra y no sobre cualquier tipo de pavimento (como nosotros te recomendamos)!
Seguro que ya conoces nuestro tercer consejo, pero por si acaso, queremos hacer hincapié en la importancia del techo de nuestra caseta o cobertizo de madera. ¡Mejor prevenir que curar! Ya que una mala elección, podría darnos algún disgusto en un futuro, así que es mejor evitar que el agua se filtre y por tanto deteriore la propia estructura y todo lo que tengamos dentro.
Tienes varias opciones para la impermeabilización, aunque las más frecuentes podrían ser las telas o las tejas asfálticas. Muchas veces también se suele recurrir a tableros aglomerados o MDF hidrófugos sobre los que se aplica la capa impermeabilizadora.
Aunque seguro que el diseñador o diseñadora de tu estructura sabrá aconsejarte perfectamente según el tipo de caseta que estéis diseñando. ¡Si la caseta que te gusta está ya construida, asegúrate de que esté protegida por un buen techo!
Como te comentábamos anteriormente, el cuidado periódico de tu caseta hará que permanezca siempre en buen estado. Aunque no debes olvidar que la madera es un material vivo y que no permanece para siempre de la misma manera. Es parte de su encanto y por eso nos gusta tanto. ¡Va evolucionando! Así que no olvides mantener tu caseta de forma periódica para que parezca recién estrenada.
Ahora que empieza a llegar el buen tiempo, podrás sacarle el máximo partido a tu jardín. Es, desde luego, un buen momento para montar tu nueva caseta. Y recuerda que en Woodiswood puedes ponerte en manos de los mejores profesionales de la madera, ¡cuenta con ellos!
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