Existe un tipo de este cama que persigue los valores e ideales propuestos por el modelo educativo Montessori: la exploración, la libertad y el orden.

Modelo Montessori: ¿en qué consiste?

Creado por la científica y pedagoga italiana María Montessori (1870 – 1952), el método Montessori ha ido conquistando espacios en todo el mundo. Su filosofía se basa en estimular la capacidad de experimentación de los niños para aprender, desarrollarse y crecer; siempre y cuando estén inmersos en un ambiente donde reinen la armonía, el equilibrio, y la tranquilidad. 

Los colegios que han decidido aplicar el modelo Montessori en sus aulas ya son más de 22.000 en los cinco continentes. Estos centros no solamente adaptan su enseñanza sino también su infraestructura, disponiendo áreas por temáticas, muebles -usualmente fabricados en madera- accesibles de estética estrictamente cuidada, distribución de colores, objetos geométricos, y materiales didácticos que ejercitan los cinco sentidos, promueven la experimentación, la socialización y el respeto hacia los demás.

En el colegio y -también- en casa 

Como la filosofía Montessori gana cada vez más adeptos, no son pocos los padres que se han planteado aplicarla con sus hijos desde muy temprana edad, incluso mucho antes de que inicien la etapa escolar; es decir, en sus propias viviendas. 

Por ello, uno de los elementos que ha incursionado con esta tendencia ha sido la llamada ‘cama Montessori’: una cama de madera básica, sin barandillas y que cuenta con un colchón dispuesto al nivel del suelo. 

Entre los beneficios de este mueble -que persigue los mismos valores del método Montessori- se puede destacar:


  • Accesibilidad e independencia: al estar al ras del suelo, el niño podrá levantarse, explorar su alrededor, moverse con independencia y volver a acostarse cuando así lo considere necesario.
  • Adaptación: si un niño se acostumbra a una cama desde muy temprana edad, es posible que la transición de la cuna a la cama sea menos traumática, y no haya perturbaciones en el ciclo del sueño. 
  • Autonomía y libertad de movimiento: al carecer de barandillas, los niños de 0 a 21 meses pueden moverse en la cama y salir de ella sin ningún problema. 
  • Diseño y didáctica: a medida que el niño crezca, la cama también podrá agrandarse y adoptar otras formas. Son comunes los diseños de casas de madera, que permiten colgar juguetes u otros objetos del día a día útiles para los más pequeños. 
  • Seguridad: al estar al ras del suelo, se reduce la posibilidad de que el niño se caiga y se haga daño. La falta de barandillas o barrotes también evita que los niños queden atrapados como suele ocurrir con las cunas.

Empezar desde cero 

Si has decidido montar la ‘cama Montessori’ en casa, es conveniente que tengas en cuenta los siguientes consejos: 


  • Aleja la cama del radiador u otras fuentes de frío/calor. 
  • Cubre los enchufes para que los niños no tengan acceso a ellos.
  • Guarda los cables. 
  • Intenta que cerca de la cama haya otros muebles que sean accesibles para los niños considerando su edad y estatura. 
  • Revisa si los muebles están bien anclados para evitar accidentes.
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