La historia de Manuel de la Cruz es un recordatorio de que la pasión, la dedicación y el amor por la madera pueden crear un legado duradero. Además, su compromiso con la ebanistería y la artesanía en madera ha inspirado a muchos y ha contribuido a mantener vivas técnicas tradicionales que podrían haberse perdido en el tiempo.

Puede que, así escrito, este inicio haya quedado un poco épico, pero nada más lejos de la realidad. La de Manuel es una de esas carreras en las que merece la pena detenerse, analizar, recordar y disfrutar.  Así que vamos a empezar por el principio, que es como debería empezarse todo, para entender un poco mejor de quién estamos hablando.

Nos situamos en el año 1923 en la ciudad de Cáceres. Fue allí cuando y donde la familia de la Cruz comenzó con una prominente saga familiar dedicada al precioso oficio de la ebanistería. En sus inicios en el taller se dedicaban a la fabricación de muebles artesanales o, en palabras del propio Manuel, “a la manufactura de muebles de estilo y encargo”.

Dicen que 20 años no es nada, pero imagínate más de 100 años y 3 generaciones de profesionales que siguen manteniendo vivo un oficio sin descanso. Ese es el caso de la familia de la Cruz, ebanistas ahora representados por Manuel.

Tanto el taller como el negocio han ido viviendo las transformaciones lógicas del paso del tiempo tras más de un siglo al pie del cañón. En la actualidad, y desde hace más de 30 años, se han reconvertido en taller de torneado, aunque todavía siguen realizando muebles auxiliares y piezas de decoración con carácter artesanal, así como complementos para la escalera, tiradores, pomos, remates y demás complementos para muebles, siempre con un enfoque artesanal y una atención al detalle que solo se consigue con pasión y dedicación.

Tres décadas en las que Manuel ha perfeccionado la técnica hasta convertirla en arte.

Pero la trayectoria de Manuel va mucho más allá de su propio taller y ha desembarcado en internet a través de Pino Natural. Una tienda online en la que ofrece una amplia gama de productos para ebanistas, carpinteros y aficionados al bricolaje, es el claro ejemplo de que saber adaptarse a los tiempos y evolucionar no está para nada reñido con mantener intacto el amor por lo que haces.

Desde patas de mesa sin barnizar hasta complementos para muebles, Pino Natural es un paraíso para quienes buscan calidad y autenticidad en sus proyectos. Cada pieza refleja el compromiso de Manuel con la artesanía y su deseo de compartir su experiencia con otros apasionados de la madera.

En un mundo casi completamente dominado por la producción en masa, tanto Manuel en su taller como a través de Pino Natural, apuesta por la calidad, la personalización y el respeto por los materiales.

A veces el camino es sencillo, otras no tanto. Pero lo que demuestran historias como la de Manuel de la Cruz es que para salir adelante las ganas, la entrega, la pasión y el conocimiento son los mejores aliados. 

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