¡Conoce Estudio Treintaiuno, un taller creativo multidisciplinar dedicado al diseño de interiores! Charlamos con Rafa Espiña sobre Estudio Treintaiuno y cómo crear un espacio colaborativo en el sector del interiorismo y la madera.

¿Qué es Estudio Treintaiuno?

Estudio Treintaiuno nació hace ya diez años como un espacio colaborativo. Después de unos años colaborando con otros estudios, decidí poner en marcha una idea que me rondaba la cabeza: compartir con otros profesionales proyectos para que resultaran más enriquecedores. Ya no solo quería centrarme en mi actividad principal, el interiorismo, sino poder sumarme a otros profesionales. De esta forma, Estudio Treintaiuno comenzó con el objetivo de unir a profesionales para encontrar sinergias comunes a la hora de trabajar

Durante estos diez años, Estudio Treintaiuno me ha permitido ampliar mi círculo de colaboradores y trabajar con cientos de profesionales del sector de la madera: ingenieros, arquitectos, diseñadores gráficos, diseñadores industriales... ¡Todo lo que te puedas imaginar y también lo que no! Por ejemplo, ahora estamos trabajando con un diseñador de motos, “El Solitario”, un referente mundial en customización de motos. ¡Verte haciendo cosas con este tipo de profesionales es increíble! Estas experiencias no las podría vivir si no colaborara con otros especialistas.  

¿Cuál es tu área de trabajo?

En mi caso, estoy muy centrado en el interiorismo, pero también en la dirección de obra, y es uno de los valores por los que me llama la gente. Los clientes necesitan tener referentes cuando van a acometer algún proyecto, a una persona de confianza que presente el proyecto y siga todo el proceso, desde la gestión de la contratación, los permisos, licencias y demás.

¿Qué retos te has encontrado en este tiempo?

Siempre es complicado comenzar un proyecto, sobre todo porque uno asume muchos riesgos y nunca hay una seguridad de que a final de mes entre dinero en casa. Todos tenemos que comer, eso es así. Pero, creo que hay que buscar más proyectos interesantes y retadores que el rendimiento económico. 

Por supuesto, en Estudio Treintaiuno también hacemos proyectos más rutinarios que te dan más estabilidad.

Pero nos gusta apostar por aquellos que nos dan más satisfacción. Siempre es más motivador hacer cosas nuevas o más creativas. Los proyectos especiales se viven de una manera muy intensa y entretenida. Y, viéndolo con perspectiva, son este tipo de proyectos los que más llaman la atención de los clientes y esto hace que después más proyectos vengan a partir de él. 

A partir de tu experiencia, ¿nos podrías decir cuál es la mejor parte de trabajar en un sistema colaborativo como Estudio Treintaiuno?

Básicamente, la accesibilidad de poder hacer proyectos diferentes en los que puedas lucirte. Las oportunidades de trabajar en proyectos así son pocas y cuando surgen, lo cierto es que lo das todo y eso se lo trasmites a los clientes. Simplemente hago mi trabajo y quiero que quede lo mejor posible, por eso confían en mí

Quiero contaros un proyecto que tuvimos a finales de año. Estuvimos en Casa Blanca desarrollando un proyecto para una empresa muy importante. ¡Cómo vas a pensar que celebraríamos los 10 años de Estudio Treintaiuno de esta manera! ¡Es genial! Primero, porque el presupuesto que manejaban no tenía nada que ver con los que estamos acostumbrados. Y, por otro, que éramos capaces de hacer cosas más grandes. Una pena que al final por el tema burocrático no pudo salir, se quedó solo en la propuesta. Pero, simplemente estar en proyectos que marcan la diferencia ya es suficiente. 

Valoramos mucho cuando surge una oportunidad, independientemente de que finalmente se lleve a cabo el proyecto. 

Y, ¿algo negativo que encuentres en tu trabajo?

Como en los trabajos hay cosas que te gustan menos. Por decir algo concreto, en esta profesión estás dispuesto a criterios de personas que no siempre tienen demasiado conocimiento en el tema y, eso siempre es un aspecto complicado. 

Y, otro de los temas es que muchas veces te enfrentas a proyectos con presupuestos muy justos.

Intentas crear instalaciones de calidad y que funcionen durante años sin problemas, pero cuando llega a la parte del acabado, lo visible, pues el presupuesto se ha consumido. Así que da pena. Y, claro, al final el local está muy bien, pero le falta un plus. Cuando el presupuesto acompaña siempre es más fácil. 

¿Cómo es manejar presupuestos más elevados?

Básicamente es hacer algo más especial de lo normal. Por ejemplo, en lugar de comprar algo ya prefabricado, puedes colaborar con artesanos de la madera y hacer piezas únicas

Recuerdo en mi niñez cómo teníamos un par de vecinos que eran ebanistas. Cada vez que venía del colegio, me paraba en sus talleres a mirar y ver cómo dibujaban en la madera con un simple lápiz y cómo después la madera iba cogiendo volumen. 

Parece que te gusta mucho la madera, ¿qué opinas de este material?

La madera es con diferencia el material más versátil que hay y el que más fácil se trabaja. Tiene muchas posibilidades: con la misma madera puedes conseguir acabados totalmente distintos. ¡Es tremendo! 

El problema, como he dicho antes, es el presupuesto, sino sería más sencillo hacer este tipo de cosas y colaborar con profesionales de la madera más artesanos. 

Recuerdo en un proyecto ¡un aparador espectacular! Era de un tipo de madera oscuro, parecía al ébano: el interior estaba lacado en un rojo alto brillo y el exterior estaba barnizado en alto brillo. Y, en la zona de pulsar lo habían cepillado para sacar hacia fuera la veta y lo habían acabado en mate. ¡Es increíble cómo una pieza de madera puede ser tan diferente según donde mires!

¿Qué experiencia tienes colaborando con profesionales carpinteros?

¡Me encanta la madera! Aunque es cierto que los procesos se han industrializado en los últimos tiempos. Ahora mismo estamos en un momento de contrastes. Por un lado, hay profesionales más industrializados pero, por el otro, hay personas que crean piezas artesanales aplicadas al concepto de diseño moderno. ¡Se consiguen unos acabados...increíbles!

He trabajado con profesionales de la madera que les encanta su trabajo y que les gusta que les retes. Hay veces que siempre encuentras al típico que está deseando colaborar con diseñadores porque le sacan de su día a día. Ya no quieren instalar más suelo, ni colocar puertas ni hacer armarios. Están esperando a que llegue esa escalera imposible que le obligue a estar en el taller sacando medidas y haciendo piezas para ver cómo se aguanta. 

Al final, colaborar con otros profesionales es muy motivador. Es un proceso de mejora constante, porque siempre intentas hacerlo mejor y dar la versión de ti y tu trabajo. 

¿Quieres saber más sobre cómo trabaja Estudio Treintaiuno? Te invitamos a conocer más sobre este profesional de la madera y a echar un vistazo a sus proyectos realizados en madera, ¡te sorprenderán! 

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